Información general sobre las misas en El Vaticano: cuándo, dónde y cómo

Asistir a misa en el Vaticano ofrece una conexión espiritual en medio de veneradas tradiciones. Los servicios diarios en la basílica de San Pedro admiten al público sin entradas. Pero no olvides tener en cuenta el tiempo de espera en el control de seguridad para poder entrar en la iglesia antes de que comience la misa.

Con al menos cinco misas entre semana y aún más los fines de semana, hay muchas oportunidades de asistir. Y aunque la mayoría de las misas son en italiano, tendrás la oportunidad de experimentar al menos una misa en latín diaria. Así que marca tus calendarios y llega entre 1 y 3 horas antes de la hora de inicio prevista para asegurarte un buen sitio.

Las misas en el Vaticano pueden celebrarse en distintos lugares, dependiendo de la ocasión y de la asistencia prevista:

• Basílica de San Pedro: aquí se celebran la mayoría de las misas papales del calendario litúrgico. Tiene capacidad para un número considerable de asistentes, a menudo más de 15 000. Las misas se celebran bajo la cúpula celestial de Miguel Ángel, accesible a través de grandes escaleras, amplios pasillos e incluso rampas especiales para sillas de ruedas.
• Plaza de San Pedro: para eventos de mayor envergadura o cuando se prevea una gran afluencia de público, las misas pueden celebrarse en la Plaza de San Pedro. Esta zona puede acoger a un gran número de personas, con una capacidad de hasta 80 000.
• Otros lugares: ocasionalmente, las misas o audiencias papales pueden celebrarse en otros lugares del Vaticano, como el Aula Pablo VI, especialmente durante los meses de invierno, cuando se prefiere un sitio cubierto. Además, durante determinados periodos o acontecimientos, la audiencia papal puede celebrarse en la residencia de verano del Papa, Castel Gandolfo, situada a las afueras de Roma.

Vivir una misa papal en el Vaticano es una peregrinación. Estas celebraciones especiales, que se celebran los domingos y días festivos importantes, atraen a miles de peregrinos a la plaza de San Pedro, creando una escena vibrante con banderas y expectación.

No se necesitan entradas, pero es fundamental llegar temprano para conseguir un sitio, o unirse a la multitud de pie. Vístete con modestia, espera controles de seguridad y disfruta del ambiente sagrado. Los cánticos multilingües y la llegada del Papa entre aplausos preparan el escenario. Su homilía, a menudo en italiano, aborda temas universales de fe y compasión.